A un teléfono perdido

Harto de mi insensatez
de mi voz hiriente
de mi tono cambiante,
harto de mis dedos
que presionan tan suave
y tan fuerte.

Harto de que te llene
te llene de mis recuerdos
harto estas de mí
y de mi compañía.

Te hartaste
de viajar conmigo
y escapaste hoy mismo
hoy te hartaste
de mis llamadas
de mis mensajes.

Harto de mis conversaciones
de mis pagos pobres
harto escapaste
de mi apretado bolsillo
quisiste libertad
y saltaste.

Hoy te hartaste
celular ingrato
celular maltratado
y sin despedida
en el camino
te quedaste.
O quizas…
yo te deje.

Fernando Salgado